Otra de mis aficiones es pasear por el campo, el bosque o la montaña. Siempre que salgo a pasear, la naturaleza me sorprende y esta vez no podía ser menos. Me gusta observar, no tener prisa y disfrutar el momento. Esa vez el observado fui yo.
Sentí que alguien me estaba mirando, me gire y el estaba ahí, tenia una mirada penetrante. Cogí mi cámara lo mas rápido posible y enfoque como pude. Tenia miedo a perder esta oportunidad. El ni se inmuto, permaneció quieto.
Me miró, se levantó y caminó hacia mi. Un pequeño escalofrio recorrió mi cuerpo, ¿miedo?. No sé, pero me quede quieto, pensé que correr podría ser peor.
Llegó muy cerca de mi, se paró. Creo que pensó que esa era la distancia de seguridad entre el y yo. Nos miramos, yo creo que el pensaría: "Este no me va hacer nada", "¿Una cámara? y lo que me gusta posar a mi, haber si me hace famoso".
Y comenzó a posar. Como si lo hiciera de toda la vida. Primero un perfil ...
Pero cuando se disponía a posar, por su lado "bueno", algo llamó su atención. Adoptó una postura de alerta, me miró despidiéndose y se marchó. Mi curiosidad, me hizo mirar en esa dirección.
Era una mancha negra entre la maleza, miré por el teleobjetivo de la cámara, un jabalí. Se acercaba un jabalí, pero ... esa es otra historia.
Tuvo que ser impresionante tener tan cerquita a ese zorro Mariano. Geniales las fotos. Espero que nos cuentes la historia del jabalí ¿eh?
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias. Estas fotografías son producto de la casualidad.
EliminarEstoy con Erika, tuvo que ser una experiencia genial :) Enhorabuena por las fotos, son espectaculares. Comparto!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, si una experiencia genial, después que la pasas. Antes...
ResponderEliminarParece mentira que tengamos tanta belleza alrededor, y no seamos capaces de verla, si no nos la muestran. Unas fotos magnificas!!! Un saludo!!!
ResponderEliminarEstamos en un país que puede sorprendernos donde menos lo esperas y más cerca de nosotros de lo qué pensamos
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